Boris Johnson se enroca y dice que no dimitirá porque ya se ha «disculpado por cualquier error cometido»
Boris Johnson mantiene su enroque y se niega a dimitir, al menos por el momento, tras el escándalo de las fiestas en el 10 de Downing Street que están saliendo a la luz en las últimas fechas y a pesar de tener ya en contra a buena parte del aparato del Partido Conservador en el Reino Unido. El primer ministro ha dicho a los parlamentarios británicos que esperará a los resultados de la investigación independiente que está en curso.
En una sesión de control al premier en la Cámara de los Comunes, la diputada liberal demócrata Wendy Charmberlain le ha preguntado si «le ha llegado la hora de dimitir» y Johnson ha respondido un categórico «no».
Johnson se ha escudado en que ya se ha «disculpado sinceramente» por «cualquier error cometido» y ha pedido a los parlamentarios esperar a las conclusiones de la investigación que lleva a cabo Sue Gray, que llegarán la próxima semana, según ha trasladado.
El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha preguntado al ‘premier’ que si no entendía las restricciones que él mismo impuso en el marco de la pandemia, destacando que las palabras del mandatario son «ridículas» y que «malgasta energía defendiendo lo indefendible».
En este contexto, ha señalado que los ‘tories’ es tan «demasiado distraídos para liderar» el país «por su propio caos». «(Johnson) está fuera de control, no tiene ideas y pronto estará fuera de Downing Street», ha añadido, según ha informado la BBC.
Mientras, Johnson ha insistido en «esperar» los resultados de Gray y ha subrayado algunos de los logros de su Administración. «Estoy profundamente orgulloso de lo que ha hecho este Gobierno», ha dicho, según ha recogido la cadena Sky News. Asimismo, ha acusado a Starmer de «malgastar el tiempo de la ciudadanía» con esta línea de preguntas y le ha calificado de «completamente irrelevante».
Durante la sesión, un veterano parlamentario ‘torie’, David Davis, ha pedido a Johnson directamente que abandone el cargo, subrayando a los parlamentarios que espera que los líderes asuman la responsabilidad de sus actos. «En nombre de Dios, váyase», ha dicho.
Johnson lleva días bajo una intensa presión debido a las informaciones que apuntan a la celebración de varias fiestas en Downing Street durante los momentos más duros de la pandemia. De hecho, al menos 20 diputados conservadores planean apoyar una moción de censura en su contra. El ‘premier’, por su parte, insiste en no dimitir y en aguardar a los resultados de la investigación de Sue Gray.
Primeras deserciones
Por otro lado, el diputado conservador Christian Wakeford ha desertado este miércoles de las filas ‘tories’ y se ha unido a los laboristas. Starmer ha dado la bienvenida a Wakeford, que se ha sentado detrás del líder laborista en los Comunes, y ha indicado que «cualquiera que quiera construir un Reino Unido basado en la decencia, la seguridad (…) es bienvenido en mi Partido Laborista».
Wakeford ha escrito una carta a Johnson, de la que se ha hecho eco la prensa británica, en la que ha sostenido que su marcha tiene mucho más que ver con «el liderazgo y la forma tan vergonzosa» en la que se ha comportado el primer ministro en las últimas semanas.
A su juicio, Reino Unido necesita un Gobierno que esté centrado en abordar el coste de la crisis desatada por la pandemia y en proporcionar una vía para superar la COVID-19 que proteja los estándares vitales de los ciudadanos y defienda una seguridad que alcance a todos.
«Necesita un Gobierno que defienda los más altos estándares de integridad en la vida pública y lamentablemente tanto tú (Johnson) como el Partido Conservador se han demostrado incapaces de ofrecer el liderazgo que este país merece», ha zanjado.
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